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Ahora que tengo vuestra atención, a ver, vamos a centrarnos ya. ¿Somos gilipollas o qué está pasando aquí? Porque tenemos un problema muy gordo y no veo a nadie montar en cólera. Aunque esto es España, aquí uno se queja en el bar y el Congreso se visita el día de puertas abiertas. (Mentira, la mayoría ni sabe que en la puerta hay dos leones. Pero bueno, es un decir).
Comentaba que tenemos un problema y no es precisamente un asunto menor: El tema del consumo de energía. En este país pasa una cosa muy curiosa (que se note esa ironía, que se note): Pagamos la
cuarta factura de la luz más alta de toda Europa, por detrás de Dinamarca, Alemania e Irlanda. ¿Os explico cómo van los sueldos mínimos y las tasas de desempleo en esos países? No hace falta, ¿no? Pues eso. Atiende, que con el gas nos pasa más o menos lo mismo; la tercera más alta. ¡Será por dinero, joder!
Con la factura de la luz pasa como con los trileros: ¿Dónde está la bolita, dónde está la bolita? No te enteras de cómo va la vaina y antes de abrir el sobre ya te han pegado una hostia donde más duele, en la cuenta corriente. Porque esa es otra, te dan cada estacazo que te dejan tullido para todo el mes. Y la tarificación no deja de subir, y de cambiar, y de subir, y de cambar (más liosa cada vez) y de subir. Hasta un
70% en los últimos seis años. Algo que no cuadra ni de lejos con la situación económica del país y de los consumidores. Y el Ministerio de Industria pasando del tema. Así hasta que te mueras o se te hinchen las gónadas y pinches la luz del alumbrado público o truques el contador. Que yo no sé nada de eso, palabra. Pero he oído que unos amigos del primo de uno que conocí de cañas lo habían hecho.
Porque con este comportamiento empresarial por parte del oligopolio de las eléctricas se consigue provocar una situación que precariza la vida del cuidadano: La pobreza energética (para quien no esté familiarizado se lo dejo
aquí explicado). La factura de la luz sigue subiendo sin control, como bisontes desbocados en plena estampida. Mientras los salarios bajan y el empleo pierde calidad. Los trabajadores dicen adiós a sus derechos. Muchos ni siquiera tenemos trabajo y gran parte de los parados tampoco dispone de ningún tipo de prestación. Me gustaría que hicierais el esfuerzo de percibir esto como parte de un todo, de una estrategia global neoliberal que pretende arrasar con el pacto social del estado de bienestar. Las cosas claras de una vez, que no tenemos tiempo para gilipolleces. Está pasando ahora mismo, nos están robando. Y esperar a mañana no es una opción.
Et voilà, volvemos al mismo punto recurrente siempre que nos encontramos con un problema de esta índole: El Gobierno y el Estado. La cuestión es clara. Hay herramientas para poder solucionar esta situación, eso está claro. Lo que no hay es voluntad. La cosa es sencilla, los ciudadanos votan a una serie de partidos políticos integrados por personas que deberían representar los intereses de sus votantes y legislar para hacer que el sistema se organice de forma que beneficie a la gran mayoría y garantice a todos una serie de mínimos exigibles para llevar una vida digna. Hasta ahí parece claro y sencillo de entender, ¿no? Pues una polla como un cuello. Se
legisla a favor de las empresas de manera descarada y a los ciudadanos que nos den por el culo con un rodillo de cocina. Sin lubricante.
Mira, no voy a entrar en teorías conspirativas. En que si los magnates del petróleo y del cobre que se usaba para los tendidos eléctricos tal y el trabajo de Tesla, que amenazaría su fortuna, cual. No voy a decir que se encargan de dinamitar cualquier investigación que suponga una alternativa viable a los combustibles fósiles y que nos hacen creer que no existe otro modelo energético. Que protegerán su oligopolio al precio que sea porque sus privilegios y su superioridad frente a los derechos del individuo son lo primero. No voy a decirlo. Pero que no me sonrían mientras me joden. ¿Estamos?
En esta línea, es obligatorio hablar de la última del Ministerio de Industria, encabezado por Javier Soria, futuro asesor de ___________ (rellenar con el nombre de la energética que queráis, se admiten apuestas):
Gravar con impuestos el sol. Olé sus huevos toreros ahí. En un mundo basado en el consumo de combustibles fósiles altamente contaminantes y además limitados, las energías renovables, y además limpias, deberían ser incentivadas. Pues no, en un país como España, con una tasa de horas de insolación al año tan altas, se penaliza el consumo de energía fotovoltaica. Muy lógico todo. En la buena dirección.
Forbes descojonándose de la medida. Bien de 'Marca España'. Sólo le falta construir algo para tapar el sol, como el señor Burns.
La jugada está clara, todo lo que huela a autogestión y autoabastecimiento debe ser dinamitado a la velocidad del rayo. Hay que asegurar que las energéticas sigan con su oligopolio intacto, no vaya a ser que los ciudadanos decidan que pueden invertir en tener una energía más limpia sin depender de una empresa multinacional de capital privado. Porque esa es otra, de la que hablaremos otro día, los procesos de privatización de los sectores estratégicos como energía y telecomunicaciones.
¿Sabéis qué os digo? Que a tomar por culo. Las próximas elecciones me presento a dictador. Renacionalizo la red eléctrica (
como han hecho en Hamburgo, que no está en Venezuela sino en Alemania, los que nos gobiernan en materia económica) y a las compañías les digo: O tarifa razonable, o sanción ejemplarizante. Y si no atendéis a razones, expropiación. Y me quedo más ancho que largo. Claro que me quedaría sin una puerta de esas que giran y una poltrona en un despacho en la que sentarme tres o cuatro veces al año para no hacer nada y cobrar más de 200.000 euros como Felipe González en Gas Natural. Pero bueno, hasta ahora, nunca he necesitado tanto dinero para vivir. Así que tampoco creo que pase nada.
Venga chavales, que me cierran los sitios y tengo que hacer cosas, que vivo en el viento pero no vivo del aire. Para que terminéis de reflexionar os dejo una
lista de políticos enchufados tras su paso por los órganos de gobierno. Feliz Día Internacional de la Estafa Energética.
Ah sí, y otro par de enlaces interesantes:
1 y
2 (No os digo qué es para que seáis curiosos y lo miréis, coño. Que hay que tirar del hilo para saber cosas).
Dimitri Ryznard